martes, 3 de octubre de 2017

ODIO

¿Qué es el Odio?
Si buscamos su significado ya sea en Internet o en muchos diccionarios encontraremos algo como lo que ahora sigue:
  1. Sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que le ocurra alguna desgracia.
  2. Aversión o repugnancia violenta hacia una cosa que provoca su rechazo.
Procedente del latín, os invito a buscar su etimología, es la antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien. Se puede decir con claridad que se trata de un sentimiento negativo que desea el mal para el sujeto u objeto odiado.

Se crea una energía que tiende al mal, a lo oscuro, a lo violento y destructivo; y, es por esa razón, para evitar lo anteriormente citado que  resulta sano transformar esa energía negativa en una acción positiva. El problema es saber cuál es la acción positiva correcta en cada caso. 

Os pongo un ejemplo, en España (pero pasa en la gran mayoría de países) hay un problema al existir ciertos políticos corruptos (y los hay en TODOS los partidos incluyendo los partidos más jóvenes, ninguno se libra de tener políticos corruptos en su seno), en ese punto sería normal y lógico que la gente se manifieste pidiendo que esos políticos queden incapacitados para ejercer la acción política e incluso que se embarguen por parte del Estado sus bienes y los bienes de aquellos que les pagaron por la poder hacer X o Y como castigo al delito que se ha cometido. Lo mismo pasa cuando tiene lugar un atentado terrorista o cualquier otra situación que pueda ser censurable. Normalmente, esa manifestación pública de repulsa puede ser positiva, correcta y válida, pero no siempre es así no siempre debemos dejarnos llevar por las pasiones y sentimientos saliendo a la calle a protestar.

El problema es que algunas veces es difícil evaluar si realmente es positivo como forma de eliminar ese odio y negatividad por un tema  protestar por ese fin concreto en manifestaciones pacíficas o no tanto, o realizando ocupaciones u otras acciones similares.

El ODIO en la sociedad actual debería de preocuparnos. No el odio real de las gentes si no el odio que venden los políticos, los medios de comunicación, mucha gente anónima en las redes sociales (donde se pueden crear cientos de cuentas ficticias), y sobre todo ciertos grupos que lo que desean es acabar con cualquier forma que exista de gobierno de un territorio. 

Actualmente, se ha vendido el odio al inmigrante que llega de otras tierras cuando en España durante siglos ha sido una tierra de emigrantes, hoy todavía lo es. pues mucha gente ha tenido que recurrir a la emigración interna (dentro de las fronteras de España, sobre todo a Cataluña o el Pais Vasco) pero también externa a paises como Suiza, Alemanía, Francia, Inglaterra. Yo mismo emigré. Por eso este tipo de odio me apena pues no todos los que han tenido que emigrar son delincuentes, pero sí es cierto que entre la gente honrada siempre se cuelan delincuentes de diversa calaña. Es algo que también pasa y ha pasado con nuestra propia emigración.

También se ha vendido el odio entre territorios tanto internos como externos. 

En estos días se habla mucho del odio de los catalanes por los españoles y de los españoles por los catalanes. En realidad no existe ese odio. No puede existir ese odio pues gran parte de la sociedad catalana sea o no indepedentista procede de la emigración interna española de gentes de Galicia, Andalucia, las Castillas, Extremadura y un largo etcétera. Gentes que se mezclaron y convivieron durante años e incluso ya varias generaciones con aquellos que en teoría podríamos decir que de origen son naturales de la región por tener apellidos catalanes. Proceder de esa emigración interna dentro de las actuales fronteras de España significa que no existe ese odio, no puede existir y nunca ha existido, pues todos o hemos vivido o tenemos familia viviendo en Cataluña o en el resto de España y estoy seguro que la mayor parte de la población incluidos los independentistas no querrían matar en un conflicto armado a abuelos, padres o hermanos.

He vivido en Cataluña durante el tiempo suficiente como para saber que a pie de calle por lo natural no hay ese odio que se vende. Ahora bien, si son ciertas algunas cosas que desde algún partido político vienen denunciando desde hace tiempo con respecto a la aptitud a nivel educativo de algunos profesores o directores de centros, con respecto a la actitud de medios de comunicación, e incluso con la forma de actuar de la policía autonómica (algo que no es el único sitio donde sucede), también con respecto a temas diversos que no es el momento de tratar.

El Odio... ¿De dónde procede? Actualmente, en realidad no es que exista odio entre catalanes y españoles, en primero lugar porque la mayor parte de la población siempre ha pensado que fuera de las ideas políticas que se tuviesen los catalanes también son españoles y por tanto no se les puede odiar. Sin embargo, en la sociedad actual general hay mucha frustación social por muchos temas: el trabajo, la sanidad, la educación, la corrupción política... Es en ese punto donde algunos se aprovechan de los sentimientos de la gente de a pie para enarbolar una bandera y convertirse en adalides de una causa que puede ser o no justa pero que es usada para ocultar temas más relevantes. En el caso de Cataluña, la realidad es que todos los partidos que han impulsado toda esta movilización son tan corruptos como los del PP o los del PSOE. Es más, los integrantes de la CUP siempre se alzran contra cualquier forma de gobierno pues es un partido nacido de la lucha contra el sistema de gobierno y se alzaran contra cualquier forma de gobierno incluso un posible gobierno de una República Independiente de Cataluña. Todos ellos por un lado han querido usar un sentimiento natural de la gente de la calle, le han dado desde hace años un cariz de que desde el resto de España se odia a Cataluña que es falso, es mentira, y no es real. Han usado ese sentimiento y anhelo natural de independencia de muchos catalanes y catalanas honrados para cubrir su sed de poder, su corrupción y otros menesteres. Claro, el problema es que no han sido los únicos en pensar lo mismo. A nivel de España el PP, el PSOE, Izquierda Unida y Podemos han hecho lo mismo, cubrir sus vergüenzas potenciando un conflicto que mal llevado puede llevar a una segunda Guerra Civil.

La verdad, tengo muchos y muy buenos amigos en Cataluña, en concreto en Barcelona, pero también los tengo en Madrid, en Galicia, en Andalucia... Y lo que ha sucedido me ha entristecido profundamente. Me han dolido las cargas policiales, cierto. Más ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional son los culpables de ello, ellos cumplían, o trataban de hacerlo, las ordenes recibidas en base a una serie de resoluciones judiciales. Los culpables son los dirigentes políticos, de España y de Cataluña, que desde hace años se dedican no a la política y al debate político si no a un juego de tronos en el que el "y tú más" o el "Yo soy más"  es la bandera que se enarbola en cada sesión. No me extraña que Pablo Iglesias le regalase al Rey Felipe VI los DVDs de la serie "Juego de Tronos", le decía lo que se le estaba viniendo encima a España pues desde un principio creo yo que han tenido información de primera mano.

Odio. No, no hay odio entre españoles y catalanes. Tampoco existe la idea de grupos de extrema izquierda y extrema derecha, pues desde hace años he podido constatar que en realidad son lo mismo, tienen la misma organización y los mismo canales de movilización, pues todos ellos están vinculados a organizaciones antisistema que se ocultan bajo la etiqueta de una bandera o ideología pero que en realidad están hermanas con un mismo fin son las cabezas de Hydra. 

Me entristece lo sucedido en Cataluña. Sobre todo por la capacidad de actuar sin meditar de la gente de la calle. gente buena y honrada, gente con sus ideales que fue engañada burdamente. Me entristece ver que ni Puigdemont, ni ninguno de los que están en el Govern de la Generalitat se pusieron sentados en primera fila a las puertas de sus respectivos colegios electorales que niguno de ellos está entre los heridos por los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, ni siquiera acudieron a ellos si no que se fueron a otros a sabiendas pues tenían información privilegiada de que e esos centros acudiría la Guardia Civil o la Policía Nacional. Me entristece por tanto que la gente de la calle no tome por la fuerza el Parlament, lo asalte y derroque ese gobierno de la Generalitat que es un fraude criminal contra la sociedad catalana a la que quiero y aprecio. Me dan vergüenza por que han escapado de la violencia como siempre hacen los cabecillas. Querían que hubiese un doble enfrentamiento entre los Mossos, entre la gente de la calle  y el resto de las fuerzas de seguridad del Estado y si había muertos no les importa, si se derrama sangre no les importa. Lo han conseguido hay sangre derramada. Es más han enfrentado a padres con hijos, a hermanos con hermanos, a nietos con abuelos, a primos con primos. Lo han hecho entre los que están dentro de Cataluña, pero también con aquellos que tienen familias fuera de Cataluña. Ellos son el ODIO, no lo es la gente de a pie que trabaja de sol a sol para conseguir un sueldo de 700, 800 o 900€, no lo es la gente que está en el paro, ni la que ha quedado fuera de cobertura sanitaria mientras en vez de gastar en sanidad abrían embajadas o como quieran llamarlas. Pero también es cierto que ni el PSOE desde que entro con Felipe Gonzalez ni el PP después han hecho nada para solucionar un tema profundamente peligroso para la estabilidad social de España y de sus autonomías. Unos y otros se dedicaron a pactar con los nacionalistas dándoles todo lo que se pedía sin un equilibrio con respecto del resto de comunidades autónomas. De esas brumas viene ahora esta oscuridad. Por eso si existe no odio pero si cierto resquemor en muchos lugares de España con respecto a Cataluña.

No, los catalanes de a pie no son el problema tampoco los españoles de a pie. NO hay ODIO real entre ellos. Hay que reconocer que en estos tiempos todos han estado muy confundidos por lo que sale en la prensa en uno u otro lado, por la manipulación de la información en uno y otro lado. Es en cierta medida lo que sucede en la novela 1984, el problema es que aquí no sólo so haría el gobierno central si no que también lo hacen los gobiernos autonómicos. Más aún veo como muchos se apuntan a hacer ellos mismo esa manipulación en las redes sociales con falsas noticias. 

No, ni los españoles odian a los catalanes ni los catalanes a los españoles. Yo lo constato cada vez que viajo a Barcelona, o cuando recorro los campos de Tarragona o el pirineo catalán. Lo mismo en referencia al resto de españoles cuando he viajado a Granada, a Santiago de Compostela, a Salamanca o Madrid, a Toledo o Valladolid con mis amigos catalanes. He podido constatar como incluso cuando alguno por pura cabezón decidía que sólo hablaría catalán la gente lo trataba bien eso sí por ejemplo cuando hicimos el Camino de Santiago mientras leíamos "El Alquimista" de Coelho recuerdo que a alguno de ellos le contestaron en inglés o en francés debido al desconocimiento que hay del resto de lenguas que hay en España y que es algo a corregir en el sistema educativo nacional como otro buen amigo mio dice.





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